viernes, 1 de diciembre de 2017

JUECES. CAPÍTULO 20

La guerra 


201Todos los israelitas, desde Dan hasta Berseba, incluido el país de Galaad, fueron como un solo hombre a reunirse en asamblea ante el Señor en Mispá. 2Asistieron a la asamblea del Pueblo de Dios los dignatarios del pueblo y todas las tribus de Israel: cuatrocientos mil soldados armados de espada.

3Los benjaminitas se enteraron de que los israelitas habían ido a Mispá. Los israelitas empezarón:
-Vosotros diréis cómo se cometió ese crimen.
4El levita, marido de la que había sido asesinada, respondió:
-Mi mujer y yo llegamos a Guibeá de Benjamín para pasar la noche. 5Los del pueblo se levantaron contra mí, rodearon la casa de noche intentando matarme, y abusaron de mi mujer, que de resultas murió. 6Entonces tomé a la mujer, la despedacé y envié los trozos por toda la heredad de Israel, porque se había cometido un crimen infame en Israel. 7Todos vosotros sois israelitas: deliberad y tomad una decisión:
8Todo el pueblo se puso en pie como un solo hombre, diciendo:
-Ninguno de nosotros marchará a su tienda ni se volverá a su casa. 9Ahora vamos a actuar así contra Guibeá: sortearemos los que han de atacarla; 10de todas las tribus de Israel tomaremos diez hombres de cada cien, cien de cada mil, mil de cada diez mil, para encargarse de la intendencia del ejército que vaya contra Guibeá de Benjamín a castigar como se merece esa infamia que han cometido en Israel.
11Todos los israelitas, como un solo hombre, se reunieron contra la ciudad. 12Entonces las tribus israelitas mandaron emisarios a la tribu de Benjamín a decirles:
13-¿Qué crimen es ese que se ha cometido entre vosotros? ¡Venga! Entregadnos a esos pervertidos de Guibeá, que los matemos y se borre así este crimen de en medio de Israel.
Pero los de Benjamín no quisieron hacer caso de sus hermanos los israelitas. 14Desde sus ciudades se congregaron en Guibeá para ir a la guerra contra los israelitas. 15De las ciudades de Benjamín se alistaron aquel día veintiséis mil hombres armados de espada, sin contar a los vecinos de Guibeá. 16En todo aquel ejército se alistaron setecientos hombres escogidos, zurdos, capaces de acertar con la honda a un pelo sin fallar el tiro.
17Los israelitas, excluidos los benjaminitas, alistaron cuatrocientos mil hombres armados de espada, todos ellos gente aguerrida. 18Se pusieron en camino hacia Betel y consultaron a Dios: 
-¿Quién de nosotros irá el primero a la guerra contra los benjaminitas?
El Señor respondió:
-Judá.
19Los israelitas se levantaron temprano y acamparon frente a Guibeá. 20Salieron al combate contra Benjamín y formaron frente a Guibeá. 21Pero los benjaminitas salieron de Guibeá y dejaron tendidos en tierra aquel día a veinte mil israelitas.*
23Los israelitas fueron a Betel a llorar ante el Señor hasta la tarde. Le consultaron:
-¿Volvemos a presentar batalla a nuestro hermano Benjamín?
El Señor respondió:
-Atacadlo.
22Entonces se rehicieron, volvieron a formar en orden de batalla en el mismo sitio que el día anterior y 24se acercaron a los de Benjamín aquel segundo día. 25Pero los de Benjamín salieron a su encuentro desde Guibeá aquel segundo día y dejaron tendidos en tierra otros dieciocho mil israelitas armados de espada.
26Entonces subieron a Betel todos los israelitas, todo el ejército, a llorar allí, sentados ante el Señor. Ayunaron aquel día hasta la tarde, ofrecieron al Señor holocaustos y sacrificios de comunión 27y le consultaron (en aquella época estaba allí el arca de la alianza 28y oficiaba Fineés, hijo de Eleazar, hijo de Aarón):
-¿Volvemos a salir al combate contra nuestro hermano Benjamín, o desistimos?
El Señor respondió:
-Atacad, que mañana os lo entregaré.
29Entonces pusieron emboscadas en torno a Guibeá 30y marcharon contra Benjamín el tercer día, formando frente a Guibeá como las otras veces.
31Los benjaminitas salieron a su encuentro, alejándose del pueblo, y como las otras veces, empezaron a destrozar y herir por los caminos, el que sube a Betel y el que va a Gabaón. Así mataron en campo abierto a unos treinta israelitas, 32y comentaron:
-Ya están derrotados, como el primer día.
Pero es que los israelitas habían convenido:
-Emprenderemos la huida para alejarlos del pueblo hacia los caminos.
33(El grueso del ejército se reorganizó en Baal Tamar*). Los que estaban emboscados salieron de sus posiciones desde el claro de Guibeá.
34(Diez mil hombres selectos de Israel llegaron delante de Guibeá, y se entabló un combate reñido, sin que los benjaminitas se dieran cuenta de que el desastre se les echaba encima. 35El Señor los castigó ante Israel: aquel día los israelitas hicieron a Benjamín veinticinco mil cien bajas;  todos soldados armados de espada).
36(Los benjaminitas se vieron derrotados). Los israelitas retrocedieron ante Benjamín, contando con la emboscada que habían tendido contra Guibeá. 37Los de la emboscada asaltaron Guibeá rápidamente; fueron y pasaron a cuchillo a toda la población.
38Los israelitas habían convenido con los de la emboscada en que, cuando hicieran subir una humareda desde el pueblo, 39ellos se volverían en la batalla.
Los de Benjamín empezaron a destrozar y herir a los israelitas, a unos treinta, y comentaron:
-Ya están derrotados, como en el primer combate.
40Pero en aquel momento empezó a subir la humareda desde el pueblo. Los benjaminitas miraron atrás y vieron que el pueblo entero subía en llamas al cielo; 41entonces los israelitas se volvieron, y los de Benjamín quedaron aterrorizados viendo que el desastre se les echaba encima, 42y huyeron ante los israelitas, camino del páramo, con el enemigo pisándoles los talones.
43Los que habían arrasado el pueblo los acometieron de flanco y los dividieron, persiguiéndolos sin descanso; los persiguieron hasta llegar frente a Guibeá, a levante. 44Las bajas de Benjamín fueron dieciocho mil hombres.
45En su huida se dirigieron hacia el páramo, a Sela Harrimón*; pero los israelitas dieron alcance a cinco mil por los caminos, los persiguieron de cerca, hasta Guideán, y les mataron dos mil hombres. 46Las bajas de Benjamín aquel día fueron veinticinco mil hombres armados de espada, todos gente de guerra. 47En su huida, seiscientos hombres se dirigieron hacia el páramo, a Sela Harrimón, y allí estuvieron cuatro meses.
48Los israelitas se volvieron contra los de Benjamín. Los pasaron a cuchillo, desde las personas hasta el ganado y todo lo que encontraban; todas las ciudades que encontraron las incendiaron.


Explicación.



20 Este capítulo se puede dividir en dos partes: la dieta o asamblea de los israelitas (1-13) y la batalla (14-48). El autor insiste en el carácter nacional del hecho: se trata de todo Israel, de todas las tribus, de los israelitas, el crimen ofende a todo Israel; significativamente se oponen israelitas y benjaminitas o "hijos de Benjamín" a "hijos de Israel". En la misma línea están los términos de reunión y asamblea (qahal y ´eda), pueblo de Dios, y la expresión "como un solo hombre".


La reunión es sagrada y se celebra en una localidad próxima a Loma, en territorio de Efraín. Dada esta cercanía, los benjaminitas tenían que saberlo; además que los de Judá pasaban por el territorio benjaminita camino de la asamblea general.

20,2 En todo el capítulo imperan los números exagerados.

20,4-7 En la narración resumida, el nombre de la ciudad culpable ocupa un puesto inicial enfático.

20,8-10 El comienzo de la respuesta también es muy rítmico, como si fuera una fórmula en verso recitada a coro.

20,13 La ejecución de los culpables habría solucionado pacíficamente el caso; pero los benjaminitas se solidarizan con los culpables provocando el casus belli. Dt 17,12.

20,14-48 La batalla, tal como se encuentra en el texto actual, está mal contada, con repeticiones, vueltas atrás e incoherencias. Teniendo en cuenta los hechos de Ay (Jos 7-8) es fácil reconstruir el esquema de los sucesos. Dos intentos de ataque frontal fracasan, con pérdidas para los atacantes; a la tercera adoptan otra táctica, que es destacar una emboscada detrás de la ciudad, atacar, simular la huida, para que el enemigo se aleje de la ciudad; en ese momento los de la emboscada atacarán a la gente indefensa e incendiarán algunas casas; a la señal de la humareda, el grueso del ejército se volverá de repente, el enemigo intentará refugiarse en la ciudad; pero al ver la columna de humo, huyen hacia el campo; entonces los de la emboscada los atacan de flanco, mientras el grueso los persigue y derrota. Esto se podía haber contado con bastante sencillez, aun reconociendo la dificultad de manejar los tres hilos simultáneos de la acción.

La traducción sigue el orden del texto actual, dado que no es posible reconstruir el original con suficiente probabilidad.

20,16 Como no se habla todavía de arcos y flechas, la honda se convierte en una ventaja importante en el armamento. Algunos traducen "ambidextros" en vez de zurdos; tenemos el mismo juego de palabras que encontrábamos en la figura de Ehud.

20,18 Consulta y respuesta suenan como variante de 1,1-2; resulta patético oír que una guerra civil comience con los términos de la conquista. Pero hay una diferencia significativa: en 1,2, el Señor promete entregar la tierra; esta cláusula falta en la primera consulta del presente capítulo, y sólo se lee en la tercera consulta, después del llanto primero, del llanto segundo con ayuno y de los sacrificios.

20,21 El v.22 va detrás del v.23.

20,23 Jue 2,4.

20,26 Job 2,13.

20,28 Si la noticia fuera original, el episodio habría sucedido durante la generación que sucede a Josué, cosa del todo improbable y que no está de acuerdo con el resto del libro.

20,29 Jos 8,3-25.

20,31 Dada la posición de la ciudad, los atacantes tienen que subir, los defensores tienen la ventaja de la altura; en un punto cambia la dirección, y los israelitas comienzan a ganar altura.

20,33 * = La Palma.

20,34-35 Este resumen genérico del ataque y la victoria interrumpe la narración y parece provenir de otro contexto.

20,40 Reconstrucción hipotética: "Pero en aquel momento empezó a subir la humareda del pueblo; entonces los israelitas se volvieron y los benjaminitas se desconcertaron; miraron atrás y vieron que el pueblo entero subía en llamas al cielo, y viendo que el desastre se les echaba encima, huyeron ante los israelitas camino del páramo, con el enemigo pisándole los talones".

20,42 "De falnco" o bien "cogiéndolos entre dos fuegos"; el texto hebreo es confuso.

20,43 También este verso es difícil. Otra traducción: "Los derrotaron y los persiguieron desde Nojá hasta avistar Guibeá".

20,45 Sela Harimmón se encuentra a poca distancia al nordeste del campo de batalla. El que seiscientos hombres encontraran refugio seguro en aquel lugar benjaminita, desmiente la amplitud de la batalla que sugieren otros versos. "Dieron alcance": el verbo hebreo ofrece la imagen de una rebusca agrícola. Guideán: algunos lo leen como verbo "hasta desgajarlos". * = Peñagranada.


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